A mis dulces 20 años llegué por casualidad a ese lugar luego de una charla con un compañero de trabajo. Era jefe de barra para un bar "fresa" en ese entonces; todo un Barman profesional. Según cuenta la leyenda, obtubo el tercer lugar en un concurso de barman's a nivel internacional realizado en Cancún hacía un par de años atras... decidí formar parte de su equipo de trabajo.
Existian tres rangos ahí y en realidad era díficil poder subir de rango, pues los puestos de Bar Tender eran muy peleados y rara vez dejados. Los puestos eran Ayudante de Barra, Bar Tender y Barman. Este ultimo solo para aquellos capaces de servir mas de cinco tragos en un minuto... el jefe de barra era capaz de servir hasta ocho tragos, simplemente era sorprendente (y muy dificil) trabajar a su ritmo. El bar se dividía en 2 barras, una barra para el jefe, la otra barra para 2 Bar Tenders o Barman. A mi me tocó estar en la barra del jefe. Llegué como ayudante de barra, titulo muy "profesional" para decir lavavasos. Solo me encargaba de que el barman tuviera suficientes vasos disponibles, no faltara cheve, hielo y alcohol a la mano. Cada noche laboral, nos era obligatorio aprender algo nuevo, lo primero que aprendí (como todos ahí) fue a que no puedes decir que trabajas en una barra sin cortarte. Me hice una cortada de unos 5 cms en la base del dedo pulgar de la mano derecha con una botella que venía quebrada. La cicatriz aún existe. En cuestión de segundos aprendí la segunda lección... en una barra no se necesita equipo de primeros auxilios, la barra es un equipo de primeros auxilios; un chorro de tequila para desinfectar, limon para terminar la desinfección y sal para que cicatrice rápido... vaya noche, dos lecciones en menos de 2 minutos. En realidad prefería tomarlo, pero no me dieron oportunidad. Luego de disfrutar de mi terapia de cicatrización, a seguir duro con el trabajo... lavar y lavar, poner hielo a los vasos y seguir lavando. Esa noche fue genial, llegué a casa agotado pero feliz. A partir de esa noche, una salida al antro no es lo mismo, a veces extraño estar del otro lado, en la barra.
En realidad no se en otros lugares, pero ahí teniamos nuestros privilegios, podiamos salirnos a bailar si no había demanda de alcohol, podiamos mandar a la chinada a quien quisieramos (siempre y cuando existiera razón) y disponiamos de una botella del alcohol de nuestra preferencia para nuestras bebidas personales. Es decir, podiamos pistear de gratis, divertirnos y nos pagaban por ello. El empleo mas cotizado, si es que se puede llamar empleo.
La siguiente noche, me volví a cortar, ahora con un vaso que venía fisurado y al lavarlo se quebró, esa cortada fue en la muñeca, muy cerca de la vena, volví a pasar por la misma terapia... Tequila, Limón y Sal. Fue la ultima cortada seria, eran todas las lecciones respecto a manejar el vidrio que necesitaba. De ahí en mas, solo eran vidrios pequeños enterrados, pero nada serio, y claro, siempre por la misma terapia. Así inicíe mi carrera como bar-tender... luego vendría lo mejor. Cada noche, luego de exprimir 2 cajas de limon, limpiar la barra, lavar los vasos (aunque se lavaban en la noche, había que lavarles antes de abrir nuevamente), seguía el rito de preparar la sangrita; la sangrita era marca personal, nada que ver con la asquerosa Viuda de Sánchez, esta era hecha por nosotros y para uso exclusivo del bar. La receta... solo puedo decir que pareciamos brujos con caldero. Tardé en aprender esa receta, pues entre la cantidad de ingredientes y las porciones, era un poco dificil cuando en 1 minuto ya habían vertido todo al caldero.La quimica puede ser divertida trabajando en un bar. Eso era lo primero por aprender despues de las cortadas.
Las siguientes semanas eran para desarrollar la habilidad de preparar una barra en dos horas, inicialmente con ayuda, para luego hacerlo solamente entre los ayudantes. Esto consistía en: Surtir la barra con cajas de refresco. (20 cajas). Exprimir 2 cajas de limones y llenar las botellas para servir el límon. Acomodar la cerveza en las hieleras (20 cartonesx2hieleras). Ponerle hielo a las hieleras. (Las de cerveza y las de hielo para servir, estas últimas al final). Preparar la sangrita. Lavar los vasos. Limpiar la barra. Surtir la despensa de alcohol de la bodega. Luego, conforme pasaban las noches, teniamos que conocer los diferentes alcoholes, de que se hacia cada uno, como conocer de uno bueno y uno malo, diferencia entre marcas, su olor, consistencia y a veces, hasta cuales eran los mas "light" por aquello de que algunos socios estaban a dieta. Luego, a preparar bebidas básicas. Todo esto, parte de nuestra formación y capacitación. Claro, la oportunidad de preparar bebidas era solo cuando no había mucha gente en el bar y era posible tardarnos en servir, normalmente recien abierto el bar.
Conforme pasó el tiempo, seguimos el camino de la botella para aprender a manejarla, jugar con ella, aventarla entre los clientes y de vez en cuando, lucirnos al servir. Incluso se dió la oportunidad de montar un show con las botellas... fue divertido. Junto con esto, se incrementó mi conocimiento de la preparación de bebidas. Que se puede mezclar, que no se debe mezclar e incluso, un par de bebidas medicinales. Como lo mencioné anteriormente, la barra es un equipo de primeros auxilios. Hasta la fecha guardo mi recetario... nunca sabes cuando lo puedes requerir.
Ahí descubrí lo que una mujer es capaz de hacer por alcohol... y como darte el lujo de despreciar mujeres tambien. En realidad hasta un ayudante de barra puede recibir la atención de las chicas alcoholicas. Y vaya que no todas las borrachas estan feas... pero no se antojan así. Ya un tiempo despues pude ser BarTender suplente, que ya es algo entre BarTender y Ayudante de Barra, pues el jefe te deja sirviendo mientras el sale a divertirse, prácticamente casí todo el evento, a excepción de las horas pico donde la demanda se incrementa y se necesita gran velocidad.
Hubo grandes noches, noches infernales, pero sobre todo, hubo mucho alcohol... y música.
