No me considero de nueva generación, pues ya tengo algo de camino recorrido, algunos tramos hasta por terracería. Pero todavía me considero joven, mas aún teniendo en cuenta que muchos cuarentones andan con su look de metrosexual (casi Gay) de morro de veinte. Hasta la fecha en mi camino recorrido siempre he sido de los mas jóvenes dentro de los equipos que me toca integrar, lo que me ha hecho relacionarme con gente un poco mayor que yo. Algo que verdaderamente disfruto, pues hasta la fecha me había tocado gente muy divertida, gente que no vive en su glorioso pasado, sino que disfruta el presente.
Se habían acabado esos días... me tocó trabajar en un grupo donde la mayoría están en el grupo de los +50's. Digo viejos no son, teniendo en cuenta que he trabajado con gente mayor todavía. El asunto aquí es que ellos pertenecen a una antigua orden, una compañía de la cual salieron la mayoría de mis compañeros de andanzas, por lo que se creen "padres" de nuestra compañía de algún modo y están resentidos por el abandono. Es gente muy capaz, eso no lo pongo en duda, la verdad es que tuve muchas posibilidades de desarrollarme rápido, la experiencia que tienen es de respetarles y de explotarla, aprendí lo mas que pude, pero pláticas que no sean de trabajo se hicieron pesadas.
Fue aburrido escuchar sus experiencias con mis compañeros recordando "como si fuera ayer" algo que pasó cuando yo ni sabía que existía la compañía. Me sentí en asilo, con la típica frase de "Me acuerdo mijito cuando..." y eso significaba una larga historia que sonaba idéntica a otra previa. Existe alguna sangre nueva en el equipo, pero la verdad es que son pocos y ya tienden a lo mismo.
Es difícil estar en medio con ese celo entre compañías, por lo que fui sangre nueva en un antiguo campo de batalla, campo que es bien conocido por ellos. Anduve con espada en mano pero sin desenfundar, esperando nunca tener que usarla. Me tocó ser punta de lanza, tratando de hacer paz. En terreno ajeno, sin mapa, entre desconocidos, solamente bien equipado. Me gustan los combates cuando son de frente, que entrenado estoy para las Justas... y nunca acabaron las pláticas de los recuerdos... prefiero hablar de soccer y eso que estoy hasta la madere de que hablen de los Tigres y Rallados... en fin, ya pasó.
Decía mi hermano que los viejos pueden absorber la energía, en este caso si llegue a pensarlo, pues fueron días en que viví agotado, con sueño prácticamente todo el día, salí de ahí para regresar a mi energía estándar, recuperado ya... para la próxima tendré que cargar pila extra.
Lo que sí agradezco es que me mandaron armado hasta los dientes, con una HP nuevesita y ligera como pluma. Ya era justo y necesario. Andate! (Lo que cuesta el cambio de equipo).
